El amigo
Pablo Herranz nos acaba de enviar otra colaboración que espero que os guste. Se trata de un interesantísimo artículo sobre el
CBBD y una estupenda guía para disfrutar de la
BD en la ciudad de
Bruselas. Muchas gracias
Pablo.
CBBD - Centre Belge de la Bande DessinéeEl
Centre Belge de la Bande Dessinée (CBBD) fue inaugurado el 3 de octubre de 1989 por los reyes de Bélgica Balduino y Fabiola. El edificio que alberga el museo, situado en pleno centro, data de 1906 y es obra del arquitecto Victor Horta, uno de los más importantes que ha dado el modernismo. Las exposiciones ocupan los pisos superiores, mientras que la planta baja aloja un restaurante, una librería y una nutrida biblioteca.
Para el visitante ocasional, el atractivo principal del museo reside lógicamente en las exposiciones permanentes. Abre el recorrido “La naissance d’une BD”, que ilustra la gestación de un tebeo, desde las líneas maestras del guión y los primeros bocetos hasta la distribución y la campaña publicitaria. Otra exposición de carácter muy didáctico es “La BD en mouvement”, breve paseo por la adaptación de un tebeo al cine de animación a través de los dibujos animados de “Quick et Flupke” y la descripción pormenorizada de las distintas fases de producción (storyboard, lay-out, el color, etc).
Pasadas estas exposiciones introductorias, el museo ofrece lo que sin duda es su fuerte: la historia del cómic clásico belga. Esta sección compagina muy acertadamente la evolución de las principales revistas (Spirou y Le Journal de Tintin) con apartados dedicados a los autores belgas, entre los que acaparan más atención Hergé, Jijé, Edgar Pierre Jacobs, Willy Vandersteen (muy popular entre los lectores flamencos) y André Franquin. Aunque con menor profundidad, podemos apreciar las planchas de otros autores, como Marc Sleen, Maurice Tillieux, Bob de Moor, Morris, Jacques Martin, Paul Cuvelier, Victor Hubinon, Tibet, Raymond Macherot, Peyo y Jean Roba.
Esta sección del museo supone un festín para cualquier tebeófilo. Se suceden bocetos, siluetas a gran tamaño de algunos personajes, páginas originales, y se desgranan las principales influencias de míticos dibujantes como Hergé o Jacobs, lo cual en cierto modo era previsible, pero también se analizan la trayectorias de autores que no gozan de la misma fama en nuestro país y que sin embargo ocupan un lugar señero en la historia del noveno arte. Sin ánimo exhaustivo, mencionar algunos hitos del museo: los comienzos de Jijé (con Jojo, prácticamente un remedo del reportero Tintin), el espectacular salto de Jijé al estilo realista, el primer diseño de Lucky Luke, las aventuras de Gil Jourdan, la pujanza del tebeo de corte católico en Bélgica, Hubinon y sus emblemáticos Barbarroja o Buck Danny, o las aventuras de Ric Hochet; todo ello en una suerte de celebración de la Escuela de Marcinelle y la línea clara.
El siguiente piso del museo está dedicado al tebeo moderno. Divulga la convulsión que supuso la revista Metal Hurlant y los nuevos aires que propició, la bande dessinée d’auteur o la revista A suivre, que significativamente comenzó su andadura editando “Ici Meme”, de Tardi. Esta sección no satisface de igual manera que la consagrada a la BD clásica, quizá por carecer del espacio necesario o de un discurso que ordene las viñetas y referencias que propone.
Los rótulos del museo están en francés y en flamenco. El visitante puede solicitar con la entrada un folleto en otros idiomas, que traduce los rótulos de las exposiciones permanentes.
Bruselas y la BDEl museo fue creado bajo el lema “au service de la bande dessinée”, lo que traslada a diversas actividades. En primer lugar, una biblioteca de la BD con más de 21.000 volúmenes y con unos 5.000 libros de ensayo y revistas relacionadas con el medio. Aparte, promueve el Prix du Lion y el auditórium sirve de foro público. El museo programa periódicamente exposiciones temporales, como las dedicadas a Andrea Pazienza (1995), Blake et Mortimer (1996), Alix (1998), Roba (1999), “Los dibujantes de la democracia española. Treinta años de cómic democrático español” (2005), auspiciada por el Instituto Cervantes, o la centrada en el automovilismo (2006). También editó un lujoso libro sobre el museo, “Le Centre Belge de la Bande Dessinée”, por desgracia descatalogado y que reclama una reedición.
Entre las iniciativas que integran la BD en la vida cotidiana de la capital belga, hay que destacar la colocación de una estatua de Gaston Lagaffe, erigida en 1996, y sobre todo la supervisión de los murales que pueblan el centro urbano. El primero de ellos, “Broussaille”, fue pintado en 1991. Curiosamente varios colectivos gays de Bruselas lo escogieron como imagen emblemática y reivindicativa hasta que se retocó en 1999 para que no hubiese lugar a equívocos sobre la opción sexual de la pareja que protagoniza el mural. Actualmente hay cerca de 30 murales BD en Bruselas, que pueden consultarse en las siguientes webs oficiales:
http://www.brusselsbdtour.com/default.aspx?section=fresqueshttp://www.brucity.be/artdet.cfm?id=2550&nLanguage=1El recorrido completo puede durar más de dos horas, por lo que es aconsejable la adquisición previa de la guía “Bruxelles dans la BD” (Éditions Versant Sud) por si se prefiere una versión reducida del itinerario. Habría que aclarar que las guías de viaje españolas no facilitan demasiada información sobre los murales de Bruselas, por lo que el viajero se verá obligado a comprarla en otros idiomas, por ejemplo la de Lonely Planet. Esta guía no sólo detalla un recorrido por los murales BD –si bien es recomendable actualizar datos con las webs citadas– sino que además propone varios itinerarios por fachadas modernistas, el otro gran aliciente de la ciudad. De hecho, el maridaje entre la BD y el modernismo tiene su punto de encuentro en la Maison Autrique (www.autrique.be), edificio de Victor Horta con una espectacular escenografía de Schuiten y Peeters.
« Yo aún diría más », puntualizaban los carismáticos detectives de Tintin (personaje con tienda propia en Rue de la Colline 13). Y es que llega un momento que para el forastero amante de los tebeos la visita empieza a desbordarle: una estampa habitual puede consistir en pasear con un periódico gratuito en la mano que tiene a bien reseñar unos cuantos cómics y que ofrece por entregas un álbum de la editorial Dupuis, para acto seguido consumir una de las deliciosas cervezas belgas en un bar decorado con motivos BD, y en el cual reponer fuerzas antes de visitar alguna librería especializada como Brüsel (
http://www.brusel.com), que toma el nombre de la obra de Benoit y Schuiten y que luce escaparates decorados con estatuas de “Blacksad” y “Djinn”, o Forbidden Zone
http://www.forbiddenzone.net Por supuesto, las librerías generales suelen contar con buenas secciones de BD, amplio surtido de novedades y los apetecibles integrales a 16 euros. Otra posibilidad más económica la brindan las librerías de segunda mano, como Pêle Mêle (Blvd. Maurice Lemonnier 55) o Bibliopolis (Rue du Midi, 93), donde se pueden adquirir integrales por 7 euros y álbumes por 4 euros.
Por último recomendar la (sorprendente) página web
http://www.brusselsbdtour.com/default.aspx?section=Parcours que, acompañada de una generosa galería fotográfica, incluye una guía completa de murales, librerías o brasseries como L’Espadon.
Ahora si que no tenéis excusas para no visitar
Bruselas y disfrutar con el ambiente de
BD que empapa la ciudad. Yo en cuanto pueda me escapo unos días...